¿Qué es argumentar?

Concepto y características de un argumento

Mujer de negocios hablando en reunión
 Image Source RF/Cadalpe/Getty Images

Argumentar es desarrollar un razonamiento en particular con la finalidad de convencer.

Etimología

El término argumento proviene del latín argumentum, el cual a su vez deriva del verbo arguere, de arguir. Y Mentum (-mento:instrumento, medio, o resultado). Se trata de una herramienta que, utilizada eficazmente, ayuda a transmitir mejor la idea de quien expone el argumento ante su público.

Definición de argumentar por diversos autores

Un argumento es, pues, un conjunto de oraciones utilizadas en un proceso de comunicación, llamadas premisas, que justifican o apoyan otra, llamada conclusión, que se deduce, de algún modo, de aquéllas.
Tomás Miranda Alons. El Juego de la argumentación
Poseer el arte de conversar pertenece a las auténticas personas. En ninguna actividad humana se necesita más la prudencia, pues es la más común de la vida. Aqui se decide el ganar o el perder.
Baltasar Gracián. El arte de la prudencia

Analizando estos conceptos, se tiene claro que, básicamente, son dos elementos o herramientas que definen a este vocablo: por un lado, su composición por una serie de razonamientos lógicos, y por otro, su finalidad persuasiva. Por eso se suele afirmar, que argumentar constituye todo un arte que debe ser realizado con sumo cuidado.

¿Para que sirve argumentar? Utilidad en la vida cotidiana

La argumentación es parte de nuestra comunicación cotidiana. Desde tiempos remotos, las personas se comunican por diversos motivos, para transmitir una infinidad de ideas, pensamientos, emociones.
Argumentar es una forma muy especial de comunicarse. Porque, se trata de un proceso complejo, sometido a unas reglas.

Ya sea en el hogar, en la escuela, o en el trabajo, no faltará ocasión en que tengamos que exponer un determinado argumento para tratar de convencer a nuestro interlocutor. Porque esa es la finalidad principal: persuadir, convencer.

Características de un buen argumento

Un argumento tiene dos puntos claves en su estructura: el razonamiento empleado en exponer las ideas, y el carácter de persuasión que esas expresiones encierran.

  • Carácter persuasivo: Persuadir es intentar que una persona acepte la idea que le estamos proponiendo. 
  • Argumentar es seguir un sistema de razonamiento. Convencer de a una persona de alguna idea no es fácil. Es necesario seguir un orden, tener un método de trabajo. Para elaborar un argumento se recomienda exponer el tema de una manera que llegue al lector, que lo interprete, y que pueda comprender plenamente lo que quiere transmitirle el autor de ese argumento.
  • Un buen argumento es más que una simple opinión. No se trata solo de presentar al lector un pensamiento o una posición personal respecto a un tema. Hay que fundarlo, analizarlo, mostrar los aspectos positivos y los negativos, todo ello con cierta originalidad. La voz propia del autor es indispensable.

Ejemplo de texto argumentativo: un ensayo

Se copia aquí un extracto de un texto argumentativo perteneciente al escritor español José Ortega y Gasset.

La guerra no crea ni aniquila cosa alguna; simplemente aclara, pone de relieve y hace gritar a lo que de antemano se hallaba en los corazones. Así la nueva efervescencia que en torno al principio de lo nacional se siente hoy, no es un engendro de la guerra. Esta no ha hecho más que acelerar el desarrollo de un germen preexistente en la conciencia occidental de los últimos años.
La guerra, los pueblos y los dioses (1915)  de José Ortega y Gasset

Ejemplo de texto argumentativo: un artículo periodístico 

En televisión, una de las máximas para fidelizar la audiencia es el tiempo. Muchos programas que han pasado por la pantalla como una exhalación tienden a argumentar que una retirada abrupta de la parrilla —generalmente porque carecen de la mínima calidad exigible— ha impedido que se consolidara el “hábito de audiencia”. Si una buena información necesita tiempo y dinero, la televisión requiere, ante todo, horas de antena.
Rosario Gómez. El País